jueves, 26 de agosto de 2021

Acerca del tamaño del hogar chileno

Sobre los cambios experimentados por la composición del hogar nacional, concretamente, respecto a la disminución del tamaño del hogar abordamos un par de cuestiones interesantes del período reciente.

Comúnmente, sostenemos la idea que el número de integrantes de la familia chilena es cuatro. Sin embargo, un examen más cuidadoso nos muestra una realidad diferente. Según los datos de la Encuesta CASEN de 1990, 2011, 2013, 2015 y 2017 en los hogares chilenos se aprecia una disminución consistente del número de personas que lo componen. Observamos que   predominan los hogares con menos de cuatro personas, al mismo tiempo que disminuyen en forma importante los hogares conformados por más de cinco personas. La proporción de hogares de cuatro o menos integrantes en 1990 representaba el 47% (46,6%) del total, el porcentaje creció hasta llegar a casi 70% en el año 2017. ¿Algo más que decir? Si, hace diez años atrás, en el 2011, el hogar nacional tenía 3,41 integrantes luego, en el año 2015, había decrecido a 3,21 personas, una cifra que nos aproxima a los tres integrantes por hogar.

Larrañaga y Herrera (2008) observaron que entre los años 2000 y 2006 se produjo un descenso significativo en el tamaño (promedio) de los hogares en la parte inferior de la distribución de ingresos - en primeros deciles de ingresos –, este factor explica por sí mismo, aproximadamente, un tercio del crecimiento de su ingreso per cápita del período. Los autores expresaron que este hecho está relacionado con un marcado descenso en la tasa de fecundidad de las últimas décadas, especialmente importante en las mujeres de estrato socioeconómico bajo.

Referencias

Larrañaga O. y Herrera R. (2008). Los recientes cambios en la desigualdad y la pobreza en chile. Estudios Públicos, 109 (verano 2008). CEP. Disponible en

https://www.cepchile.cl/cep/site/docs/20160304/20160304094458/r109_larranaga_pobreza.pdf

jueves, 19 de agosto de 2021

Algo más sobre la trayectoria de la matrícula de educación superior

 Es necesario mirar hacia atrás para describir la trayectoria de crecimiento de la matrícula en la década pasada, porque el fenómeno viene desarrollándose con cierto impulso desde los años ochenta, una vez implantada la reforma universitaria de la dictadura con la promulgación del DFL1 (1980) y aplicada el 1981. Un botón que muestra este recorrido, refiere a que la matrícula universitaria creció  significativamente cuando el número de estudiantes pasó de 118.573 a los 661.862, aumentando su tamaño casi seis veces entre los años 1983-2011.

En el período democrático, iniciado en marzo de 1990, las universidades mantuvieron las líneas generales del sistema establecidas en los años ochenta, pues no adoptaron decisiones estratégicas que transformaran las lógicas de mercado impuestas. No obstante, se aplicaron acciones que intentaron mejorar el sistema educativo de varias maneras, entre ellas, el aumento gradual de los subsidios, estimándose entre 1991-2000, un incremento del gasto público en educación superior de 74% en términos reales (Brunner,1999; Carnoy et al, 2001), del Informe OCDE 2004. Mientras, el gasto público por estudiante aumentaba sólo un 5% en igual período. La mayor parte del aumento de los recursos por estudiante estuvo dirigido al gasto indirecto, o sea, a otorgar mejores términos en los créditos para estudiantes. Recordemos que los gobiernos democráticos instituyeron un sistema de préstamos para financiar el acceso a la enseñanza superior, compuesto por el Fondo Solidario de Crédito Universitario (FSCU) de 1994 y el Crédito con Aval Estatal (CAE) de 2006. Este último experimentó modificaciones el 2012, derivadas de la movilización estudiantil universitaria y secundaria del año anterior (2011), una fue la reducción de la tasa de interés aplicada al CAE.

En el año 2011, siete de cada diez estudiantes constituían la primera generación de su familia en cursar estudios universitarios (Meller, 2011). La singularidad de la ampliación de la matrícula universitaria y de la educación superior en general, fundada en el esfuerzo de los jóvenes para ingresar al sistema, es que efectivamente se trató de un camino llevado adelante en medio de varios problemas que las movilizaciones estudiantiles de 2011 expresaron con fuerza: baja calidad de la enseñanza (Castells, 2005;  Meller, 2011); fallas en el funcionamiento del mercado de la educación universitaria relacionadas con la lógica de competitiva con que funcionan (Meller, 2011) y el endeudamiento de una parte importante de los estudiantes, que se tornó problemático cuando los egresados no encontraron puestos de trabajo acordes a su nivel de formación y/o las condiciones laborales ofrecidas a los recién egresados eran más bien precarias, en términos de sueldo y estabilidad profesional.

Referencias

-  Castells Manuel (2005). Globalización, desarrollo y democracia: Chile en el contexto mundial. Fondo de Cultura Económica, Primera edición, Santiago de Chile.


-  Informe de Evaluación de las políticas educacionales de Chile, 2003. Organización de   Cooperación y Desarrollo Económico (O.C.D.E.).


- Meller Patricio (2011). Universitarios, ¡el problema no es el lucro, es el mercado! Uqbar Editores, Primera Edición.

 

jueves, 12 de agosto de 2021

Los jóvenes chilenos con más años de escuela

Existen varios documentos que entregan información sobre las preguntas, metodología y bases de datos de la encuesta CASEN. Entre ellos se destaca el Cuestionario, un conjunto de preguntas que generalmente examinan módulos concernientes al Registro de Residentes, una serie de preguntas sobre las categorías sociodemográficas de la población, es decir, aquella información de las personas relativa a sexo, edad, estado civil, etc.; además se recoge la información acerca de los hogares y/o núcleos familiares. Los otros módulos son Educación, Trabajo, Ingresos, Salud, Identidades, Redes y Participación; Vivienda y Entorno, la estructura está en la encuesta CASEN año2017.  La CASEN de 2020 mantuvo el cuestionario de la versión de 2017, es decir, los siete módulos de Registro de Residentes, Educación, Trabajo, Ingresos, Salud, Identidades y Vivienda.

La encuesta no constituye un todo enteramente homogéneo en el período de aplicación (1987-2020). En la década pasada las encuestas aplicadas los años 2011, 2013, 2015 y 2017 experimentaron varias modificaciones que materializaron la eliminación y/o el levantamiento de preguntas; también se observaron variaciones en la enunciación de las preguntas. Si bien esto no es algo nuevo de la encuesta, sí lo fueron los cambios metodológicos que aportó la medición de la pobreza en el país a partir de 2013, y, posteriormente, el año 2015, la metodología de la pobreza multidimensional.  Ese cambio significó la introducción de modificaciones fundamentales en la metodología que existía desde el año 1990, estos cambios metodológicos iniciaron una nueva serie de datos sobre la pobreza basada en ingresos.

A continuación, un sencillo ejemplo ilustra sobre las modificaciones relacionadas con el Módulo de Educación. En el año 1990 la encuesta planteó ocho preguntas que apuntaban a conocer acerca del alfabetismo de las personas de 15 años y más en el país, de la asistencia de los estudiantes a los establecimientos educativos de distintos niveles; del curso y el tipo de estudios que cursan o han cursado las y los chilenos, del acceso de los estudiantes a los beneficios y ayudas sociales. Varios años después, en el 2015 el Módulo Educación contenía 24 preguntas. El aumento del número de consultas en el período se debió a la ampliación de las dimensiones de las variables evaluadas. Asimismo, las preguntas apuntaban a la mayor focalización del acceso a beneficios sociales de las políticas públicas y reflejaban los cambios que hubo en los distintos niveles educativos.

Continuando con la exploración del módulo Educación, cuando damos seguimiento a una pregunta específica ¿cuál es la dependencia administrativa del establecimiento?, los datos muestran que en la encuesta CASEN de 2011 y 2013 la pregunta fue etiquetada como e9 y en la CASEN 2015, e8. Los tipos de dependencia administrativa de las instituciones chilenas de educación superior corresponden a las Universidades del Consejo de Rectores (CRUCH), organismo de coordinación de la labor universitaria, las Universidades Privadas (UP), Institutos Profesionales (IP) y los Centros de Formación Técnica (CFT). La evolución del total de matrícula según el tipo de institución educativa muestra que la matrícula total del año 2011 fue 1.069.452 jóvenes; que el año 2013 eran 1.184.464 estudiantes y en el 2015 la matrícula fue 1.232.791. Podemos observar que en la primera mitad de la década pasada el número de personas en el sistema de educación superior fue aumentando.

Conviene recordar en este contexto, que el 2026 fue presentado el Proyecto de Ley de Gratuidad de la educación universitaria para su discusión en el Parlamento (2016-2018), en el segundo gobierno de M. Bachelet. Ese mismo año (2016) comenzó a regir la medida y, el 2018 la ley fue aprobada beneficiando al 40% de los estudiantes universitarios de menores ingresos.

Por último, cabe mencionar que el aumento de la matrícula universitaria forma parte de un proceso que responde al esfuerzo de las familias y los jóvenes, el impulso está fundado en el alto valor que la sociedad chilena otorga a la educación. Porque en una sociedad desigual, parte importante de los individuos, con el apoyo de las familias, asumen el camino de la movilidad escolar ascendente (Araujo y Martucelli, 2012; Mayol, 2012). Ello muestra una sólida tendencia asentada en el mérito (individual) y su recompensa (monetaria o de movilidad social).  Un asunto que ocupa fuertemente a los individuos en Chile (Araujo y Martuccelli, 2012: 59. Tomo II).  

Referencias

- Araujo K. y Martucelli D. (2012). Desafíos comunes. Retrato de la sociedad chilena y sus individuos. Tomo II. Trabajo, sociabilidades y familias. LOM Ediciones, Primera Edición, Santiago de Chile.

- Mayol A. (2012). No al lucro. De la crisis del modelo a la nueva era política. Random House Mondadori, Tercera Edición, Santiago de Chile.

 


jueves, 5 de agosto de 2021

Encuesta Casen 2020

En la entrada de hoy voy a complementar la información entregada en el curso. En general, los micro datos de la encuesta de hogares se entregan en formato SPSS y STATA, y los Libros de Códigos se publican en formato PDF. Las versiones anteriores de la Encuesta están publicadas en una parte del sitio web del Ministerio de Desarrollo Social (http://observatorio.ministeriodesarrollosocial.gob.cl/encuesta-casen). Y a la CASEN de 2020 denominada CASEN en pandemia se puede acceder en otra parte del mismo sitio web (http://casenpandemia2020.cl/).

Sobre la Encuesta CASEN 2020 recordemos que correspondía ser aplicada el año 2019, pero debido a la crisis social del último trimestre de 2019 la encuesta fue retrasada. Posteriormente, el contexto de las restricciones sanitarias impuestas por la pandemia de Coronavirus marcó un cambio en relación a las versiones anteriores. La CASEN  2020 se trató de una encuesta telefónica, cuyo cuestionario contenía un número menor de preguntas que las otras versiones. Según el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, esta encuesta aplicó una modalidad mixta secuencial de tres fases: pre-contacto presencial, aplicación telefónica del cuestionario y recuperación presencial (solo en 268 casos), (en http://observatorio.ministeriodesarrollosocial.gob.cl/encuesta-casen-en-pandemia-2020).

Asimismo, el ministerio del ramo detalló que los objetivos de la Encuesta de 2020 estuvieron orientados a: (i) conocer la situación de pobreza por ingresos de las personas y los hogares, así como la distribución del ingreso de los hogares; (ii) identificar las carencias de la población en las áreas de educación, salud, vivienda, trabajo e ingresos; (iii) evaluar las brechas de pobreza por ingresos y las carencias entre distintos grupos de la población como los niños, niñas y adolescentes; jóvenes; personas mayores; mujeres; pueblos indígenas; migrantes; entre otros. También (iv) evaluar brechas de pobreza por ingresos y carencias entre zonas urbanas y rurales, y entre territorios. Por último, (v) estimar cobertura, focalización y distribución del gasto fiscal.

En las próximas entradas haremos referencia a los resultados de pobreza por ingresos, también a materias relacionadas con educación y el número de integrantes por hogar.